La reordenación de la ronda dels Pinetons: luces y sombras

Víctor Molina

Recientemente, el Ayuntamiento de Mollet ha dado a conocer que este mes de agosto llevará a cabo una actuación de redistribución del espacio viario de la ronda dels Pinetons frente al hospital en sentido descendiente (hacia pl. Can Borrell).

Dicha actuación consiste en la eliminación de uno de los dos carriles de circulación para poder crear aparcamiento en semibatería y responder a la demanda ciudadana de la falta de aparcamiento en la zona del hospital, este sea probablemente el mayor beneficio. Esta parte ya se ha realizado en los últimos días de julio.

También vemos otro efecto y es que la velocidad de los vehículos probablemente disminuirá al haber un espacio más estrecho para circular, un mecanismo empleado habitualmente en Barcelona que se vio hace un par de años en la Meridiana.

Sin embargo, esta redistribución también despierta algunas dudas e inquietudes. De entrada, aparcar en semibatería comporta mayor dificultad y más maniobras, por lo tanto, se tarda más. Esto puede detener el tráfico durante bastantes segundos. Si una ambulancia llega desde bomberos y se encuentra una cola de coches generada por un vehículo aparcando, por mucho que este vehículo abandone la operación, la cola tardará varios segundos en moverse al final, donde está la ambulancia.

En el caso de los autobuses y el tráfico, también se verán resentidos.

Además, en caso de que haya un autobús detenido en la parada y llegue un segundo, este último deberá esperar a que se vaya el primero mientras obstruye toda la circulación y gana retraso, por lo que todo el mundo sale perdiendo. Esto se debe a que se ha mantenido una parada de 12 metros con capacidad para un solo autobús, algo difícil de comprender puesto que es la parada de origen de dos líneas que coinciden siempre en sábados y agosto todas las horas.

Por todo esto, no se logra entender que no se haya planificado la actuación con una medida anexa para paliar todo esto y evitar al máximo detenciones del tráfico y que en caso de que venga una ambulancia pueda llegar lo antes posible al hospital.

En definitiva, hay un claro beneficio para el colectivo de personas que requieren de un espacio para aparcar en el hospital pero las ambulancias, la circulación del tráfico y los autobuses se ven un tanto alterados por el momento.

Víctor Molina,

responsable de movilidad del equipo de Molletopina.