El golpe de Estado en España de julio de 1936 fue una sublevación militar dirigida por Mola, Franco y Queipo de Llano contra el Gobierno legítimo de la Segunda República surgido de forma democrática durante las elecciones de febrero de aquel año. En las elecciones generales del 16 de febrero de 1936 se polarizó la manifestación de la vida política, donde la izquierda se presentó en una coalición llamada frente popular liderada por Manuel Azaña, y por otro lado la mayor parte de los partidos de derechas se presentaron en una agrupación que se llamó Frente Nacional Contrarrevolucionario cuyo líder era Jose Mª Gil Robles. La coalición de izquierdas ganó las elecciones, y desde ese momento los oficiales reaccionarios y monárquicos comenzaron una conspiración militar. Los conspiradores estuvieron meses organizando la sublevación y los historiadores coinciden en que fue el asesinato de José Calvo Sotelo, personalidad destacada de la derecha y líder de la Renovación Española, lo que empujó a adelantar la conspiración. Antes del golpe de estado cabe mencionar que hubo un intento fallido, liderado por el General San Jurjo, que pasó a la historia como la Sanjurjada.
El gobierno de la República tras recibir las primeras informaciones que confirman sus temores toma las medidas que tenía preparadas para la ocasión, pues sabía que llevaba tiempo gestándose una conspiración en su contra. Su primera medida fue emitir un comunicado a los cuarteles de todo el país alertando de la sublevación y pidiendo que se respetara el juramento de fidelidad hacia la República. Esto fue seguido de un silencio informativo tras alertar a la población de que se había sofocado “un nuevo intento criminal contra la República”, con el fin de que la población permaneciera en calma y los militares golpistas no pudieran transmitir sus mensajes. Desde ese momento el caos tomó las calles de todo el país. Se producen los primeros enfrentamientos entre golpistas y fuerzas de la Guardia de Asalto leales a la República, se planea el bombardeo de Melilla y se forma un gobierno de emergencia nacional que sea capaz de controlar la situación, mientras los sindicatos convocan huelgas generales en las localidades que se adhirieron al golpe y las masas populares son armadas. Los militares sublevados toman el control de algunas ciudades y se encuentran con las tropas leales a la República.
El 17 de julio de 1936, la insurrección militar se inició en Melilla, donde los regulares se declararon contrarios al gobierno de la República y tomaron el control de las guarniciones. Desde Melilla se extendió rápidamente al conjunto del protectorado de Marruecos. El 18 y 19 de julio, el golpe se extendió a la península y los archipiélagos. El golpe triunfó en Galicia, Castilla-León, Navarra, con el general Mola en Pamplona, Andalucía Occidental, con Queipo de Llano en Sevilla, Baleares, excepto Menorca, con el general Goded que después se desplazó a Barcelona para ponerse al frente de la insurrección, y Canarias, desde donde Franco, tras asegurar el triunfo del golpe en el archipiélago, se desplazó a Marruecos el día 19 para ponerse al frente del ejército de África. También triunfó en enclaves aislados como Oviedo, con el general Aranda, Granada, donde fue asesinado Federico García Lorca, y Zaragoza con el general Cabanellas.
El golpe fracasó en Asturias, Cantabria y parte del País Vasco, donde el PNV colaboró finalmente con la República, Cataluña, Levante, Madrid, Castilla la Mancha, Murcia y la zona oriental de Andalucía.
Los fracasos más graves tuvieron lugar en Madrid, donde el presidente Giral entregó armas a las milicias obreras, y en Barcelona donde la colaboración de los obreros de la CNT con la Guardia Civil y la Guardia de Asalto consiguieron abortar la insurrección.
Ni el golpe había triunfado ni el gobierno había sido capaz de sofocarlo, es entonces cuando estalla la guerra civil española. Los golpistas necesitaron tres años y la ayuda militar de Hitler y Mussolini, para derrotar a la República. Además cabe destacar la no intervención de Francia en la guerra civil, que al principio se comprometió a ayudar a la República española, y el rechazo inmediato de Gran Bretaña al llamado de ayuda de la República. Tras la derrota, se impone en España una dictadura que estuvo vigente hasta la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975. Hoy en día, en el 86 aniversario del golpe de estado,y no hemos podido recuperar ni la República, ni los derechos sociales que se consiguieron, mientras estuvo establecida y seguimos esperando justicia y reparación para todas las víctimas que se cobró el golpe de estado del 36, la guerra civil española, y la represión de la posguerra.
Justicia, Verdad, Reparación y Garantía de no Repetición.
Encarna López Gil
Membre de la plataforma Mollet Repúblicà